INCLINÓ HACIA MÍ, Y
ESCUCHO MI CLAMOR,
Y ESCUCHO MI CLAMOR.
Me sacó de la fosa fatal,
del fango cenagoso;
acentó mis pies sobre la roca,
mis pasos consolidó.
Puso en mi boca un canto nuevo,
una alabanza a nuestro Dios,
muchos verán y creerán, y en Jesús confiarán.
En Ti gozan y se alegran,
todos los que te buscan; y repiten sin cesar,
¡Que grande es nuestro Dios.
OH JESÚS DE LA BUENA ESPERANZA
HOY VENIMOS CON GOZO A TUS PIES
IMPLORANDO FAVOR Y BONANZA
BENDICIONES POR SIEMPRE NOS DES
Oye padre los tiernos clamores
De tus hijos al pie de tu altar
Ofreciendo balsámicas flores
Hoy y siempre tus glorias cantar
Oh Jesús de la buena esperanza
Hoy y siempre tus glorias cantemos
Y tu nombre Señor ensalsemos
Contemplando tu inmensa bondad
Dulce padre tus hijos queridos
Vienen hoy implorando perdón
No desoigas os tiernos gemidos
Y se apiade tu fiel corazón
Mas si el alma gimiese en pecado
Hoy concedenos llanto y dolor
Y nuestra alma de amor resiganda
Nos inunde la paz el fervor
