Oración a San chárbel

Santo venerado, Tú, que pasaste tu vida en la soledad, en una ermita humilde y retirada, que no pensaste en el mundo ni en sus goces, que ahora estás sentado a la derecha de Dios Padre:

Te pedimos que intercedas por nosotros, para que Él nos extienda su bendita mano y nos socorra, que ilumine nuestra mente, aumente nuestra fe, fortifique nuestra voluntad para proseguir nuestras oraciones y súplicas ante ti y todos los santos.

¡Oh, santo Chárbel! que por tu poderosa intercesión, Dios Padre hace milagros y realiza prodigios sobrenaturales. Que cura a los enfermos y devuelve la razón a los perturbados. Que devuelve la vista a los ciegos y el movimiento a los paralíticos.

Dios Padre Todopoderoso, míranos con piedad, danos las gracias que te imploramos, por la poderosa intercesión de san Chárbel, (hacer la petición) y ayúdanos para hacer el bien y evitar el mal.

Pedimos tu intercesión en todo momento, sobre todo en la hora de nuestra muerte. Amén.

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

San Charbel, ruega por nosotros.

Oración para superar una separación matrimonial.


 Señor Jesús, permanece a mi lado, por favor, siempre, como esposo perfecto, Madre María, que podamos acogerte en casa, enséñanos a amar.

La fuente es: es.aleteia.org.

La separación matrimonial es una profunda ruptura y para atravesarla necesitas la ayuda de Dios. Acude a Él con esta oración:

Esta separación me deja un enorme vacío,
me cuesta hasta reconocer incluso quién soy sin mi pareja a mi lado.
Un día sellamos nuestro matrimonio confiando en que sería para siempre,
pero hemos vivido conflictos que se han vuelto casi insoportables
y una crisis que parece insuperable.

¡Cuántas ilusiones decepcionadas y heridas,
qué dolorosa falta de entendimiento, comprensión y amor…!

Padre eterno, en tu misericordia infinita,
inspíranos el modo de seguir adelante en medio de tantas dificultades y sufrimientos.
Regálanos el perdón que sana y tu paz.
Sé nuestro refugio, nuestra luz, nuestra esperanza.

Y si la reconciliación no es posible,
concédenos la paz que brota de haber intentado todos los caminos posibles
y de aceptar que hay circunstancias que no dependen de nosotros.

Señor Jesús, permanece a mi lado, por favor, siempre, como Esposo perfecto,
hazme fiel a Ti.
Madre María, que podamos acogerte en casa, enséñanos a amar.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo. Amén.

Las mañanitas


Esta es la letra de las mañanitas que me se: de las comparto...

Que linda está la mañana 
En qu vengo a saludarte
Venimos todos con gusto
Y placer a felicitarte.

El día en que tu naciste
Nacieron todas las flores
Y en la pila del bautismo
Cantarón los ruiseñores.

Ya viene a manaciendo, ya la luz del día nos dio
Levantate de mañana mira que ya amaneció.

Quisiera ser solecito
Para entrar por tu ventana
Y darle los buenos días
Acostadita en tu cama

Quisera ser un San Juan
Quisisera ser un San Pedro
Para venirte a cantar
Con la música del cielo.

Con jázmines y flores, éste día voy adornar
Hoy por ser día de tu Santo, te venimos a cantar.

Oración para quitar los adornos de Navidad


Seguramnte no te sabías esto, ni yo jeje, pero existe ésta bonita oración ideal para hacerlo en familia. Lo recomendables es hacerlo antes de retirar los odornos navideños al termino de la navidad, cuando celebramos el Bautimos del Señor, que cae el domingo siguiente a la Epifanía, oscilando entre el 9 y el 13 de enero, o el lunes siguiente al 7 de enero, oscilando entre el 8 y el 9 de enero. Anímate a iniciar esta bonita tradición con tus pequeños...
 
Que vivamos la gracia de la Navidad todos los días, solo que sin todas las decoraciones
Los católicos tienen diferentes estrategias para guardar las decoraciones navideñas, pero siempre es un día agridulce. Un buen momento para rezar esta esperanzadora oración mientras retiras los adornos de Navidad.

La fuente es: es.aleteia.org.

Algunos eligen el octavo día de Navidad, el 1 de enero. Otros eligen el 12 ° día de Navidad, la víspera de la Epifanía, o el 6 de enero, la fiesta de la Epifanía.

Otros esperan todo el camino hasta la última fiesta de la infancia de Cristo: la presentación, el 2 de febrero.

A medida que nuestra casa vuelve a la normalidad, nosotros el último día de la temporada litúrgica de Navidad, la fiesta del Bautismo de Cristo, rezamos esta oración. La imprimí y la colgué en la puerta del ático como recordatorio durante todo el año.

Oración para guardar las decoraciones navideñas:
Señor Jesús, hoy hemos guardado todas nuestras adornos navideños.
Estamos entrando en el Tiempo Ordinario,
y nuestra casa se ve «ordinaria» de nuevo, también.

Pero Señor, Tú sabes y nosotros sabemos que nuestra casa tiene un secreto.
En el fondo, todas nuestras decoraciones navideñas todavía están aquí.
La bendición de la Navidad está siempre con nosotros,
mantenida en los lugares profundos y tranquilos de la casa.

Y Señor, nuestras vidas también se volverán ordinarias,
pero Tú sabes que cada uno de nosotros tiene la gracia del bautismo.
La gracia que nos dio está siempre con nosotros,
en los lugares profundos y tranquilos de nuestra alma.

Que vivamos la gracia de la Navidad todos los días, aunque sin todos los adornos:
que siempre demos generosamente,
recibamos regalos con agradecimiento,
recibamos a otros y estudiemos tu vida.

Haz de nuestra casa un hogar con la Navidad en su centro,
y de nuestras almas un hogar donde Jesús siempre mora.

Amén.

¿Cómo bendecir tu casa en la fiesta de la Epifanía 2022?


¿Alguna vez has pasado delante de una puerta que parece tener letras y números escritos al azar en la parte de arriba? Esto en realidad tiene un gran significado.

La fuente es: www.aciprensa.com

Tradicionalmente, en la fiesta de la Epifanía los católicos bendicen sus casas escribiendo las letras C, M y B, y los números del año, por ejemplo 2022, en la parte superior de las puertas.

Las letras representan a los tres Reyes Magos: Gaspar (Caspar), Melchor y Baltazar. También representan la bendición en latín Christus Mansionem Benedicat, que significa “Que Cristo bendiga esta casa”.

Algunas parroquias católicas les dan a sus fieles un pedazo de tiza, una pequeña botella de agua bendita y la bendición del hogar escrita para que cada familia haga la oración en casa.

La Epifanía, también conocida como “Pequeña Navidad”, es la fiesta que celebra la llegada de los tres Reyes Magos que adoraron al Niño Jesús recién nacido. Se celebra tradicionalmente el 6 de enero.

Sin embargo, en diversos países se celebra entre el 2 y el 8 de enero. En algunos lugares como España, es en esta fiesta en la que se dan los regalos.

La bendición del hogar, popular en Polonia y otros países eslavos, se ha difundido a otros lugares del mundo como Estados Unidos, donde está tradición se sigue extendiendo.

¿Cómo hacer la bendición?
Todos los miembros de la familia se reúnen ante la puerta principal de la casa y hacen la señal de la cruz. Luego una persona lee esta oración:

Monitor: Paz a esta casa.

Todos: Y a todos los que la habitan.

Monitor: Desde oriente llegaron los Reyes Magos a Belén a adorar al Señor, y abriendo sus tesoros ofrecieron dones preciosos: oro para el gran Rey, incienso para el verdadero Dios, y mirra como símbolo de su sepultura.

Todos ingresan a la casa y leen el Magnificat, el himno de alabanza de la Virgen María luego de su saludo a su prima Isabel. En ese momento se asperja la puerta con agua bendita. Luego se sigue con esta oración:

Todos: Desde oriente llegaron los Reyes Magos a Belén a adorar al Señor, y abriendo sus tesoros ofrecieron dones preciosos: oro para el gran Rey, incienso para el verdadero Dios, y mirra como símbolo de su sepultura.

Monitor: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en tentación,

Todos: Más líbranos del mal.

Monitor: Todos los de Saba vendrán.

Todos: Trayendo oro e incienso.

Monitor: Oh Señor, escucha mi oración.

Todos: Y que mi clamor llegue a ti.

Monitor: Oh Dios, que con la guía de una estrella manifestaste en este día a tu Hijo unigénito a los gentiles, concede misericordiosamente que los que te conocemos por fe también alcancemos la visión de tu gloriosa majestad. Por Cristo nuestro Señor.

Todos: Amén.

Monitor: Ilumínate, ilumínate, oh Jerusalén, porque ha venido tu luz, y la gloria del Señor ha nacido sobre ti: Jesucristo, nacido de la Virgen María.

Todos: Y los gentiles caminarán en tu luz y los reyes en el esplendor de tu ascenso, y la gloria del Señor ha nacido sobre ti.

Monitor: Oremos. Bendice, oh Señor Dios todopoderoso, este hogar, para que en él haya salud, pureza, fuerza de victoria, humildad, bondad y misericordia, el cumplimiento de tu ley, la acción de gracias a Dios Padre y al Hijo y al Señor. Espíritu Santo. Y que esta bendición permanezca sobre este hogar y sobre todos los que habitan aquí. Por Cristo nuestro Señor.

Todos: Amén.

Luego de la oración, se camina por la casa asperjando agua bendita en cada habitación. Luego escribe las letras C, M, B unidas por cruces, en cada puerta; luego los números del año.

Aquí un ejemplo:

20 + C + M + B + 22 

Esto se hace al inicio del año para invitar a Dios a los hogares y poner a las familias bajo su protección.

Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA

Con esta oración puedes pedir a Dios tener una buena muerte


En un acto de preparación para el final de la vida terrena, los fieles católicos pueden recurrir a la oración del “Piadoso ejercicio para alcanzar una buena muerte”, recopilado en la Enciclopedia Católica de ACI Prensa.

La fuente es: www.aciprensa.com

El director de la Enciclopedia Católica, José Gálvez Krüger, explica que “el ejercicio consiste en ofrecer a Dios los méritos de las cinco llagas de Cristo para expiar y reparar nuestros pecados”.

De esa forma, indicó, “a la vez que adoramos las llagas expiamos y reparamos nuestras malas obras (que son las manos), nuestros malos pasos (los pies), y nuestros afectos desordenados (el corazón)”.

“Toda la Pasión de Cristo es adorable. Podemos pedir favores al Cielo, e invocar misericordia, por todas y cada una de las Santas Llagas”, resaltó.

Esta oración presenta una práctica de humildad, aceptando 

“con todo mi corazón en el modo y forma que tu divina Majestad ha dispuesto” la muerte, así como “todos los dolores que la han de acompañar, los uno a los tormentos y a la muerte de Jesucristo, y te los ofrezco en satisfacción y penitencia de mis pecados”.

“Amado Redentor mío, recíbeme entonces en tus llagas, puesto que yo desde ahora me abrazo a Ti, y protesto que quiero entregar mi alma en la llaga amorosa de tu sacratísimo costado”, añade la oración.

A continuación La oración:

Dios mío: Postrado humildemente en tu presencia, te adoro y quiero hacer esta protesta, como si ya me hallase próximo a exhalar mi último suspiro.

Dios mío: Tú has decretado mi muerte desde la eternidad: yo la acepto desde ahora con todo mi corazón en el modo y forma que tu divina Majestad ha dispuesto, y acepto también todos los dolores que la han de acompañar, los uno a los tormentos y a la muerte de Jesucristo, y te los ofrezco en satisfacción y penitencia de mis pecados. Acepto igualmente la destrucción de mi cuerpo para que resplandezca más tu supremo dominio sobre mí. Y por lo tanto, acepto y me alegro de que estos ojos, que tanta libertad se han tomado contra Ti, queden con la muerte ciegos hasta el fin del mundo.

Acepto y me alegro de que esta lengua, que tantas veces he empleado en palabras vanas, murmuraciones y mentiras, quede muda con la muerte, y sea comida de gusanos en el sepulcro.

Acepto y me gozo de que estas manos y estos pies que han sido para mi corazón instrumentos de tantas acciones desordenadas y de tantos pasos torcidos, queden con la muerte sin movimiento y sin acción entre los horrores de una hedionda sepultura. Acepto y me gozo de que este mismo corazón que, siendo formado para darte todos sus afectos, los ha empleado en miserables e indignas criaturas, sea arrojado a la tierra y reducido a polvo y ceniza.

En suma, Señor, me regocijo de que se verifique en mí la total destrucción de mis miembros y huesos, convirtiéndome en humilde polvo y frías cenizas, que fueron la materia de que formaste mi cuerpo; para que la completa destrucción de mi existencia publique la grandeza de tu infinito poder y lo humilde de mi nada. Recibe, Señor, este sacrificio que te hago de mi vida, por aquel gran sacrificio que te hizo tu divino Hijo de sí mismo sobre el ara de la Cruz; y desde este momento para la hora de mi muerte, me resigno totalmente a vuestra santísima voluntad, y protesto que quiero morir diciendo: “Hágase, Señor, tu voluntad...”

Jesús mío crucificado: Tú que para alcanzarme una buena muerte haz querido sufrir muerte tan amarga, acuérdate entonces de que yo soy una de tus ovejas que has comprado con el precio de tu sangre. Cuando todos los de la tierra me hayan abandonado y nadie pueda ayudarme, Tu sólo podrás consolarme y salvarme, haciéndome digno de recibirte por Viático, y no permitiendo que te pierda para siempre. Amado Redentor mío, recíbeme entonces en tus llagas, puesto que yo desde ahora me abrazo a Ti, y protesto que quiero entregar mi alma en la llaga amorosa de tu sacratísimo costado.

Y Tú, Virgen Santísima, Abogada y Madre mía María; después de Dios, Tu eres y serás mi esperanza y mi consuelo en la hora de la muerte. Desde ahora recurro a Ti, y te ruego no me abandones en aquel último momento: ven entonces a recibir mi alma y a presentarla a tu Hijo. Te aguardo, Madre mía, y espero morir bajo tu amparo y abrazado a tus pies. Y Tú, Protector mío San José, San Miguel Arcángel, Ángel Custodio, Santos mis abogados, ayúdenme en aquel trance extremo, en aquel último combate y llévenme a la Gloria celestial. Amén.

Compilado por: José Gálvez Krüger