Bendito San Antonio, él más amable de todos los Santos, tu amor por Dios y tu caridad por sus criaturas te hicieron merecedor de poseer poderes milagrosos. Con tus palabras ayudaste a aquellos con problemas o ansiedades y los milagros ocurrieron por tu intercesión. Te imploramos que obtengas para nosotros La Salud Física y Espiritual que necesitamos. Gentil y querido Santo, con tu corazón siempre lleno de compasión humana, susurra nuestra petición al dulce Niño Jesús, a quien le gustaba estar entre tus brazos, y recibe por siempre la gratitud de nuestros corazones. Amen.