Oración a Justo Juez


Oración de Entrada

Oh Divino Justo Juez a quie adoro rendido, hoy postrado aquí a tus pies el perdón te pido. Justo Juez esclarecido protector universal a ti te pido rendido me libres de todo mal. En peligroso lugar quita el mal pensamiento a todos los que de intento me quiran asesinar y si agún hombre criminal piensa quitarme la vida en vereda o en camino real, Tú Señor serás mi egida, que me valga esta oración. Cristo mío crucificado, y la llaga de tu costado será mi dulce habitación, tan solo con implorar tu Santo Nombreo Glorioso haz que salga victorioso del que me quiera robar. Oh Santísimo sacramento de enemigos y salteadores de bandidos y malechores líbrame en todo momento y virgen sagrada María te pido de corazón, que en mi ultima agonía me prestes tu protección. Oh Sacratísima cruz de la gran ciudad de Sión te ofrezco esta oración diciéndote: amén Jesús.

Oración de Salida

Señor Justo Juez, te damos gracias este rato de oración, por tu presencia que nos  consuela, nos sostiene, fortalece y llena de esperanza, muéstranos el verdadero camino de la justicia que podamos encontrar siguiendo tu dolorosa imagen. Que seamos siempre fieles a tu palabra para realizar la justicia del reino entre nosotros como ofrenda de paz para los hermanos. 
Que caminemos siempre en busca de la verdad y no nos dejes caer en la tentación. Y si caemos, muéstranos Señor el camino de regreso a tu excelso y misteriosos corazón.
Socórrenos siempre en la hora de dura prueba y concédenos estar siempre a tu lado, porde contemplar tu rostro sufriente y experimentar la unión de nuestros sufrimientos a los tuyos. Amen

Acto de contricción
Piadosísimo Señor de las misericordias , hijo de Dios igual al padre y al Espíritu Santo, dueño de la vida y la muerte, de dador de las penas y del consuelo, poderoso sobre todos los poderosos árbitro de cuanto existe, dominador de los elementos y cuya voluntad obedecen los mares, los montes y la naturaleza se inclina reverente.
Aquí tienes un pecadro que mucho te ha ofendido, mucho Señor, llora sus delitos y muchisimo quisiera amarte y suplir con su dolor y con sus lágrimas el grave mal que cometió apartándose de ti infinito bien. No deseches, Señor de las misericordias al pecador arrepentido y pruébalo una ve más, que tus bondades son siempre de padre clemente, que no le recibes como Juez Enojado.
Si mis pecados han puesto un muro entre ti y mi pobre alma, yo te presento a tu dulce madre, por mediadora, a ella atenderás y con ella te pongo Señor a la vista, tu cruz, tus lágrimas, tu sed, tus llagas, tus dolores, tu agonía y tus siblimes palabras antes de expirar. Como no considerar Señor tan valiosos presentes como te hago si son tesoros de un Dios moribundo, de un Dios infinito. Consuela Señor, Señor con tus clemencias las muchas tristezas, diga yo tu voz como la oyó el afortunado dimas, y que tu amor me diga, hoy te perdono y te concedo lo que me pides amén.